dijous, 20 de desembre del 2018

Ens veiem aviat

 Me gustaría encontrarla. No la conozco, y es seguro que lo haré, quiera o no. Es irrevocable su aparición en la escena que representa el existir.
Me veo ante ella, tímido, sin atreverme a abrazar con mi alma su misterioso halo, pero convencido de que sólo es ella quien puede redimirme de unas cadenas que me atan y oprimen, pero que no se muestran sobre la fachada, sobre la imagen borrosa que dibujo en la superficie.
No será bienvenida, no será bien recibida en las puertas de aquellos que parecen tan cercanos, que son tan lejanos...
Me gustaría verla, a ella, que no puede ser vista, que avanza a pasos entrecortados, irregulares, pero firmes. Es implacable, es segura, serena. Ella, ella, ella. Nacida de la nada, desafiante, dolorosa. Sobre ella firman contratos, bajo ella viven, bajo ella se revuelven tantos.
Quiero conocerla. Quiero conocerla, conocerla, conocerla. Que me conceda un sitio bajo su manto oscuro. Pero no me atrevo a invitarla a mi casa. A mi casa que es mi vida.

dilluns, 17 de desembre del 2018

Uh


És això:

el que ens fa lliures
és allò
que ens encadena,
que ens tanca.

la correja que duguem al coll
ens permet volar.

Com? Què dius,
tiu?

Això, açò dic,
que sense terra no hi ha cel,
i que el cel no és diferent
                                          al infern.

Són el mateix.

aaaaaah


Hubo tiempo,
            hay tiempo,
                      habrá tiempo
-pero-
ayer,
       hoy
            o mañana,

(antes o después-
sucederá)



Actuando con total sinceridad


Voy a serte sincero:

no voy a serte sincero.

El término más lapidario


No entiendo nada,
¿es posible que aquello innombrable
                                               tenga una definición?

No;
la negación es maravillosa,

rotundo-
no,

el vocablo más sincero-

no.

¿Título?

No tenía ninguna certeza. Ni siquiera sabía con seguridad si su dirección vital era lineal. Todo lo que aparecía en su mente se difuminada pronto, tras dar varias cabriolas en su conciencia. El pensamiento...trataba de desechar palabras de éste, para poder alcanzar algún paradero firme pero indeterminado. Los vocablos eran opresores, simples reproducciones de lo que le habían imbuido los otros, y a él. Encontraba placer en las imágenes que no precisaban de análisis verbal. No quería nombrar las emociones, sólo dejarlas fluir por la llanura de la metafísica. Le conmovían, se embriagaba con aquello que comúnmente se definía como amor, como odio, fuerzas tan poderosas que no podían ser enjauladas en términos, pero que para ser transmitidas se arrejuntaban en una palabra. En esto fallaba la gran convicción de la razón humana. La razón delimitaba el pensamiento, haciendo creer a todos aquellos que traducían sus reflexiones a palabras que estaban en lo cierto.

dilluns, 12 de novembre del 2018

.

Te miras al espejo. Bajas la mirada. Estás en bolas, desnudo, y tu identidad ahora se difumina. ¿Quién eres? ¿Ese personaje que tienes frente a ti es lo que ven los demás? ¿De verdad das una imagen tan lamentable?
Pruebas a vestirte. Igual así mejora la cosa. Pero no. Empeora. Algo habrá que hacer. Pero- ¿de verdad es tan importante la imagen? No, la imagen es la fachada del personaje. Y el personaje es la fachada del alma. Representas constantemente un papel, asusta revelar la persona de uno al público general, exponer el desnudo del carácter al mundo, a los otros, al desconocido más conocido.
Delante del espejo el personaje ha desaparecido. O quizá nunca existió. Más que en la ficción. En la ficción que es el escenario donde transcurren las vidas de tantos, convergiendo, entremezclándose. El gran teatro del mundo, donde no hay ensayo que valga. El presente. Rápido.
Te vuelves a mirar, te preguntas quién coño eres. Y quién es el personaje. Dónde terminas tú y dónde empieza el personaje. Tu imagen se difumina, el papel que representas también lo hace y te quedas solo, a solas contigo mismo. Sin reflejo que valga, sin imagen, sin papel, y alejado de la obra de teatro que sigue representándose fuera de tu cuarto de baño.

dimecres, 24 d’octubre del 2018

Fum negre


Le brotaban de la garganta articulaciones sonoras que, de no haber conocido yo a este personaje, hubiera pensado que eran ruidos ajenos a cualquier convención social. Pero eran palabras. Me detuve a escuchar, con paciencia, aquello que el protagonista de este pequeño texto trataba, no sin éxito, de comunicar.

"És ja tard, noi. Tanca les finestres. Són més de les deu, van a ser i mitja."

Obré de acuerdo a su voluntad, resignado. Cerré con ahínco las ventanas.

Ya estábamos a oscuras. Joder. A oscuras.

La mañana siguiente aquel despojo había perecido y desaparecido. No quedaba ni rastro de él en la estancia. Creo que quizá había decidido evaporarse, pasar de un estado primero sólido, luego líquido, para terminar siendo un negro humo que se habría disuelto entre el aire puro de la noche, que no distingue de colores.

dissabte, 20 d’octubre del 2018

WTF?

Barrió de un violento manotazo la jarra llena de vino que había en la mesa. Cayó al suelo, fracturándose el vidrio y desbordándose el líquido por el blanco suelo.

La escena se presenta inquietante. No sabemos qué pasó antes, ni cómo ha de seguir, pero las breves pinceladas con las que contamos no parecen augurar demasiado bienestar reinante.
Nos llegan nuevas desde el salón donde habíamos empezado a seguir la historia:

Un agudo grito clamó al cielo. La mujer sentada en un extremo del salón, maniatada y prisionera, tenía pavor ante los sucesos que se desarrollaban ante ella.

¿Quién puede ser esta mujer? ¿Por qué maniatada? Volvemos a no saber casi nada de la narración, pero ya tenemos más ingredientes que antes para desarrollar elucubraciones acerca del acto en cuestión.

El vino seguía expandiéndose, líquido, por el suelo. Uno de los dos hombres parecía enfadado, el otro, taciturno, tenía un semblante serio que tenía pinta de misterioso, pero tranquilo.

¿Qué conexión hay entre los dos hombres? Y- ¿la mujer? ¿Por qué hay tanta diferencia anímica entre los dos personajes masculinos? ¿Sabremos el nombre de alguno de los representantes de la obra?

Jack comentó tranquilo: "volverá, tranquilo, Kirtash, que volverá." La mujer mustió un gemido aterrado. Trataba de desasirse de las cuerdas que le ataban a la silla, sin éxito alguno. Kirtash la miró de soslayo, con una mirada que rayaba el desprecio. "Jack. La puta noticia que acabo de recibir de Schiller por WhatsApp desmonta todo nuestro plan", dijo Kirtash.

¿Una noticia? Ya tenemos un elemento más con el que contar al tratar de entender lo narrado. Alguna conexión tienen los mencionados con un tal Schiller, y la mujer debe de ser algo así como una rehén. Pero aún podríamos imaginar muchísimas cosas más, más allá de la poca información con la que contamos. Habría infinitas posibilidades. Pero el autor quería acabar rápido y mal, pues tenía que irse a cenar. Nos deja, como repunte final, unas escuetas frases:

"Esto se acabó, Jack. Se acabó, joder. A tomar por el culo." "Tío, no. No hagas eso..." La mujer abrió los ojos como platos...y contempló cómo Kirtash cogió el teléfono móvil por el que había recibido la noticia del tal Schiller y lo engullía, literalmente, sorprendentemente con éxito.
Jack y Kirtash se levantan. Liberan a la mujer de las cuerdas y los tres se agarran y saludan al público, que aplaude con efusividad.

Y- ¿Qué ha pasado? Ni idea. Cuéntatelo tú.

divendres, 19 d’octubre del 2018

Mirades

Lanzó el cigarrillo por la ventana, que cayó en el centro de la plazuela, rebosante de personas. Exhaló la última bocanada de humo antes de cerrar la ventana y dirigirse al interior de su ático. Se sentó a reflexionar en su diván, pensando en aquellas miradas con las que se había cruzado a lo largo de la jornada. El contacto visual: la manera en que las ánimas conectan.
Los ojos...dos ventanas abiertas al alma...cavidades impresas en el rostro bajo las cuales se retuercen las vidas, la historia de cada ser, su batalla cotidiana. Tanto con tan poco...una mirada bastaba para imaginar, elucubrar acerca de aquellos caminos personales, para dibujar en un lienzo imaginario los trazos de personajes de novela.
Fue al lavabo. Allí, frente al espejo, se plantaba una mirada inquietante. Bajo ella no había ningún misterio, todo semblaba claro. Reconoció su reflejo: lo repudió. No quería tener certezas absolutas frente a la mirada de nadie (ni siquiera ante la suya propia), quería tener suficiente espacio como para plantear una ficción que le permitiera seguir viviendo en aquel espacio resbaladizo y líquido que era su mente, ansiosa de fluir, libre, por los paraderos de la hipótesis. Podríamos decir que el protagonista de esta breve erupción era propenso a vivir en paralelo a la razón y su imperio implacable.

dijous, 20 de setembre del 2018

Pequeño hallazgo


Encontré ayer un pequeño bloc de notas, en el tren. Me quedé bastante prendido con su contenido, que reproduzco a continuación. Parece la preparación de un proyecto más amplio y largo, pero alguien lo ha, sin duda, perdido. No es de interés general, pero es curioso. Lo encontré en el trayecto de Villalba a Torrelodones. Lo comparto:



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Saludos, lector. He de confesar, de primeras y a botepronto, que no soy un buen narrador, menos si cabe para hechos que viví en un pasado, en primera persona. Pero quería dejar constancia de algunos recuerdos de mi pasado, algunas impresiones que, si bien ahora resultan difusas en mi cabeza, trataré de recomponer para que tú, que has decidido prestarme atención, puedas reflexionar sobre aquellos fragmentos de mi frágil memoria que me han parecido de cierto interés.
No pretendo narrar una historia, es por eso que, para amenizar la lectura, crearé pequeñas islas basadas, algunas de manera casi imperceptible, algunas con una gran conexión, en cosas que percibí en mi corta vida.
Ahora escribo desde el recuerdo, desde la comodidad que otorga el no-ser, el no-estar, desde las tinieblas, donde todo se ve más claro. Espero crear, de manera convincente, fragmentos sueltos de deliberaciones que cada uno puede deconstruir, recomponer, pasar por alto o analizar. Será breve. Gracias.

@


“Volvió ayer”, musitó débilmente A. “No le esperábamos, pero volvió”.

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La reaparición de aquel personaje a la vida del pueblo había ocasionado gran tumulto entre los oriundos. Se sorprendieron, notando que aquel hecho podía causar cambios en sus apacibles vidas, incuestionadas largo tiempo, ya que habían olvidado la oratoria de P., de cómo hacía remover las entrañas de sus pensamientos. La noticia de la vuelta del señor P. se propagó de manera rápida, breve, veloz, rauda, y pronto los viejos conocidos del misterioso personaje tuvieron ocasión de verle con sus propios ojos, comprobando que las habladurías eran, en efecto, veraces. Los recuerdos que se tenían de P. eran difusos, pero a la vez marcados. En su día, dejó estupefactos a los habitantes del pueblo.

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Era una pequeña localidad la orillas del río …, en la cual la vida política era marcada por la incomprensión de las gentes hacia los acontecimientos que necesitaban de coordinación general. Por tanto, reinaba un cierto desorden. La filosofía que incumbía al día a día era simple. No había apenas reflexión que fuera de cierto calibre(…)

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Por eso, acusaron la primera llegada del señor P.. Trastocó, con su oratoria, las pobres y adustas convicciones de muchos de ellos. Pero un día, sin previo aviso, marchó, dejando tras de si una gran duda que no habíase planteado previamente en aquel pueblo a la orillas del … .

&

“¿Avanzamos, queridos hermanos, en una dirección? ¿Partimos de cero, y somos constructores de nuestro fluir vital, o hay una fuerza suprahumana que dicta el sino de nuestro existir?”


/

“¿Creéis en el número cero? ¿Es necesario, no es así? Pero sólo es una ilusión, una mera idea, un ente abstracto cuya función reside en ejercer de base, para construir algo. Sin la nada no podemos imaginar el todo.”

*

La casa de A. estaba situada en la plaza mayor del pueblo. Había albergado ya a su familia en generaciones anteriores, y ahora la habitaba él.

=

“Hola, muchacho. Cuánto tiempo. La última vez que coincidimos eras prácticamente un niño, pero el tiempo ha causado mella en ti, como es natural.” “¿Qué quieres ahora de mí? ¿Qué te ha llevado a visitar nuestro pueblo de nuevo, tras los estragos que causó tu presencia en tu última visita? Ya estábamos casi repuestos del daño que inflingiste con tu primera llegada. Sabes de sobra que aquí no eres bien recibido…” “Escucha, O.”, susurró P. “He traído nuevas del extranjero, las cosas están cambiando a ritmo galopante en lo que a pensamiento se refiere. La gente ya no cree en los viejos valores, todo el sistema moral se está desmoronando. Y hay que adaptarse a ello.”

}

Al alba, (…) se puso a plasmar sus deliberaciones sobre papel. Escribía para aclarar sus pensamientos, pero llegó prontamente a la conclusión de que plantear las cuestiones que le traían de cabeza en sólidas sólo hacía más grande su confusión, pues, a medida que iba desarrollando las divagaciones, mientras trazaba con paso inseguro aquello que creía que podía tener sentido, se desmoronaba sin remisión lo que antes parecía no poder ser bajado de un pedestal. Era así como iba avanzando en sus pensamientos, a ciegas, tratando de palpar, aunque fuera mínimamente, aquello que parecía no poder ser nombrado.

ª

“La única certeza que os ofrece la vida, el existir, es que, pronta o tardíamente, moriréis, dejaréis de existir físicamente. La dama negra os envolverá con un su velo para llevaros con ella. No tengáis miedo, pues, de aquello inevitable. Se debe tener miedo de aquello que podríamos evitar, de aquello que está en nuestra mano, lo inevitable deberíamos de asumirlo con calma, sin alterarnos. No seamos… cobardes no es la palabra…hmmm…, pusilánimes frente a la vida, frente a la muerte. La muerte no es la otra cara de la moneda frente a la vida, sino que es una consecuencia natural de ella. Honrémosla como honramos al nacimiento.”